¿Por qué el mercado inmobiliario nunca descansa?

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires es un lugar donde la construcción parece nunca detenerse. Después de todo los edificios son una gran parte del encanto que tiene “La París de Sudamérica”, ya que muestran diferentes corrientes arquitectónicas que, en vez de chocar, se complementan de maneras que no se ven en otros lugares del mundo. Sin embargo, Argentina es un país donde las crisis económicas están a la orden del día, haciendo que muchos negocios se frenen de manera abrupta. Sin embargo, más allá de eso, las obras en construcción no se detienen. En casi todos los barrios porteños hay un espacio en donde ya se está erigiendo o está a punto de empezar la construcción de un nuevo edificio, que promete práctico pero elegante.

¿A qué se debe eso?

Existen dos motivos claros: La posibilidad de darle trabajo a personas y la necesidad de cubrir el déficit habitacional de la ciudad.

El primer caso es bastante claro. Si bien en las épocas de crisis se estima que el trabajo escasea, siempre se ve cómo se construyen edificios de diferentes tamaños para diferentes usos. Después de todo, el trabajo de albañilería es uno de los más sencillos y que puede realizar una persona que no necesite estudios superiores. De esa manera, miles de personas se despiertan a diario para poder trabajar en estas construcciones sabiendo que, como mínimo, tienen entre 12 y 15 meses hasta que sea el día de la limpieza de final de obra (algo de lo que se puede leer en https://www.smartkleaning.com.ar/final-obra/). Está claro que también el tiempo de duración va a depender de cuál es el tamaño de ese edificio, ya que no es lo mismo una torre de modestos 6 pisos a un rascacielos que tiene, como mínimo, 30.

Por otro lado, la crisis habitacional de la Ciudad de Buenos Aires es otro de los motivos que motivan a las constructoras a seguir edificando. Al ser el punto donde más se concentran las empresas y los centros educativos, la Capital Federal suele ser un punto de migración interna muy importante. Después de todo, muchas de las empresas más competitivas tienen oficinas acá y algunas carreras universitarias sólo son dictadas por la Universidad de Buenos Aires. Esto hace que la cantidad de personas que requieren departamentos para alquilar sea mucha, generando en muchos casos una disputa por quién va a alquilar un lugar.

El hecho de que todos los años hayan planos para un edificio nuevo demuestra que existe un negocio inmobiliario que sigue funcionando para poder cubrir ese déficit, en tanto y cuanto haya alguien que espere hacer una ganancia por la compra de un departamento. No importa si viniste del interior para estudiar o para trabajar en una empresa del calibre de Smart Kleaning, al final del día vas a necesitar de un lugar para descansar.       

Buenos Aires siempre va a ser el lugar en donde las personas puedan empezar una nueva vida, y para eso las personas necesitan contar con un techo. Es posible que los precios hoy en día hagan que comprar un departamento sea algo prohibitivo, pero lo que es seguro es que existen muchísimas opciones para poder escoger uno.

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