Desde que aparecieron en el mercado de la cosmética y la belleza no dejan de sumar adeptas. Se sabe que el cuidado de la piel del rostro es esencial para mantenerla sana y bonita en todo periodo del año, por eso, no es raro entender por qué este tipo de producto para la limpieza y renovación de la dermis lleva las de ganar a la hora de usarlas en casa.

Las mascarillas para la cara , y siempre teniendo en cuenta las necesidades puntuales de cada una y el tipo: piel seca, mixta o grasa, son, junto con las cremas tradicionales, los tónicos y los sérums de los gestos habituales, las que sí o sí deberían sumarse, al menos, una vez por semana.

Es que la piel del rostro resulta de lo más frágil y a la vez es la que más se expone a contingencias climáticas diarias que la dañan. Y por eso mismo debe tenerse en cuenta su cuidado, al mismo tiempo que la higiene rutinaria y la hidratación.

La importancia de ellas

Así, las mascarillas vienen a sumarse y potenciar la belleza del rostro, y no hay duda de su eficacia porque, precisamente, fueron creadas para tratar de modo puntual y profundo, las pieles que presentan inconvenientes faciales debido a la polución, envejecimiento o grasitud, entre otras.

Entonces, con el uso de ellas, la piel mejora el color, la hidratación, minimiza las imperfecciones, y hasta restablece la luminosidad y juventud de esta.

Su evolución enamora

No todo el tiempo fueron como las vemos hoy. Las que hoy pueden colocarse simplemente como una máscara adherida evitando que endurezcan la zona, tiempo atrás solo venían en frasco, y aun cuando hoy algunas lo sigan haciendo, se renuevan en concentrado y beneficios. ¿Escuchaste hablar de las mascarillas emocionales? Esas que en sus compuestos incluyen aromaterapia y spa, entonces, no solo cumplen las funciones más específicas para las que fueron diseñadas, también alivian, relajan y encienden los sentidos, dando esa sensación única de mimo.

Los sí

• Son el agregado perfecto al cuidado facial: los propios especialistas en dermatología, destacan las cualidades inmensas que potencian el cuidado diario de limpieza, al tiempo que devuelven vitalidad, frescura y suavidad a la piel, sin perder el lado confortable y de relax que originan.

• Se ajustan a cada requisito: se traduce en una mascarilla para cada condición facial. Acné, falta de luz, envejecimiento prematuro, cansancio y estrés. La que se precise cumple el rol de hidratar, quitar oleosidad en extremo, minimizar poros, quitar manchas, disimular líneas de la edad, etc.

Lo aconsejable, es usarlas al menos una vez cada siete días.

• Limpian en minutos: la tez se disfruta mejor. Así se luce una piel radiante cada día. La mejor manera de quitar suciedad, grasitud y make up que se alojan en ella. Son la mejor forma de hacer aseo facial superficial en casa y así eliminar toxinas y restos, hasta la próxima visita al especialista.